Madre Tierra
Cuando me dirijo a las personas, cuando dirijo un grupo, siempre digo: “¡Familia!”, y siempre empiezo mis cursos, mis eventos, seminarios diciendo “¡Familia!”…
Quiero hablarte acerca de ti, acerca de tu valor como persona. Muchas veces nos conformamos con trabajos que no nos gustan, un cuerpo que no nos gusta, amigos que son tóxicos para nuestro crecimiento y una pareja que no es a fin a nosotros y todo esto nos sucede por una sencilla razón…
No conocemos nuestro valor como personas.
Y esto no termina aquí, ya que si no conoces tu valor como persona vas a permitir que la vida misma te pase por encima y te tendrás que conformar con ver como el tiempo se escurre entre tus manos mientras sigues estancado/a en el mismo lugar esperando a que alguien te rescate (lo que no va a suceder).
¿Te sientes identificado/a con esta situación? Porque yo la he vivido montones de veces, y estoy aquí para decirte algo: No es tu culpa. No es tu culpa no conocer tu valor como persona, pero no es momento de buscar culpables, es momento de que tomes la responsabilidad sobre tu vida y hagas algo al respecto.
¿Quieres saber cuál es la forma de recobrar tu poder y valor personal? Te la voy a compartir: Define tus estándares.
¿Cuánto estás dispuesto/a a cobrarle a tus clientes? Ese es el valor que te estás dando como persona.
¿Qué comportamientos tolerando que no deberías tolerar? Ese es el valor que te estás dando como persona.
¿De quiénes te estás rodeando que sabes muy bien que están limitando tu crecimiento? Ese es el valor que te estás dando como persona.
Cuando defines tus estándares, defines con claridad que comportamientos, tratos y situaciones estás dispuesto/a a tolerar y cuáles no. Y cuando vives acorde a tus estándares te estás valorando como persona, valoras tus necesidades, tu tiempo, tus emociones, tu cuerpo y tu vida misma, y esto multiplicara el tamaño de tu autoestima.
Pero una vez que los definas: ¡Atrévete a respetarlos! Ya que la primera persona que tiene que respetarte no es tu pareja, tu amigo/a, tu empleado, tu jefe, tu madre, tu padre, tu cliente, etc… La primera persona que debe respetarte eres tú mismo/a.
¿Sientes que el mundo no te valora? Comienza por valorarte tú primero, y la vida misma se alineará con tu decisión.
Cuando me dirijo a las personas, cuando dirijo un grupo, siempre digo: “¡Familia!”, y siempre empiezo mis cursos, mis eventos, seminarios diciendo “¡Familia!”…
¿Te has preguntado alguna vez por qué tomas decisiones? ¿Qué te motiva? ¿Qué te mueve a tomar una decisión o a no tomarla?
Muchas veces me encuentro personas que se sienten aplastadas por la vida. Aplastadas por su situación, por las demás personas e impotentes ante su realidad.
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